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  • María Florencia Vazquez

La Historia de Maca

Conocí a Maca a través de Instagram y así llegué a su web "Maca en Londres". Al leer sus posts supe inmediatamente que quería conocer su historia para que sea parte de esta sección. Espero que la disfrutes tanto como yo mientras la escuchaba.

La vida de Maca transcurría en la provincia de Mendoza, Argentina, según "su cronograma de vida” como ella misma lo define: en pareja hace 6 años con Pablo, con un trabajo estable en una financiera y el proyecto de sacar un crédito para tener la casa propia.

Algunos acontecimientos dolorosos de su pasado hicieron que asumiera el rol de superheroína, un rol que durante mucho tiempo la mantuvo enfocada en las necesidades de los demás más que en ella misma.


"Sentía que todos me necesitaban, que yo era la “salvadora”, que mi nombre, mis acciones y mi palabra eran necesarias para el resto. Y claro… mi ego y mi orgullo, se empezó a inflar. Ocupé roles que no eran para mi edad, ni para mí. Me hice cargo de situaciones que no quisiera repetir. Tuve que dejar de hacer algunas otras cosas, porque yo me creí el papel de “la responsable”

Pero a veces la vida tiene otros planes. Hay momentos que llegan y nos cambian para siempre. Momentos que nos atraviesan profundamente, muy a pesar de nosotros mismos y de nuestros planes. A veces, esos momentos que irrumpen de forma inesperada, también son la única manera de "despertarnos”.


El día menos pensado...


Un dolor persistente en el ojo y una derivación de urgencia al neurólogo la dejaron internada en el Hospital, mientras los médicos intentaban descartar el peor escenario.

Quizás por la incertidumbre de una espera que presagia lo peor o que la situación quedaba por fuera de su control, que Maca se permitió, en la íntima compañía de Pablo, mostrarse vulnerable. En la soledad de una sala de espera, la mujer fuerte, acostumbrada a anteponer sonrisas a las lágrimas o estar siempre dispuesta a motivar a los demás, estalló en llanto.

Tres días después de una larga sucesión de estudios, escuchó hablar por primera vez en su vida de la “enfermedad de las mil caras”: Esclerósis múltiple.

A pesar del impacto que ella misma define como una "cachetada de realidad”, en ese momento su mayor temor pasó a ser que el estigma de la enfermedad cayera sobre ella y fuese señalada como "vulnerable” o "débil”.

“En ese momento no fui capaz de mostrarme débil”

Durante los meses posteriores al diagnóstico, su enfermedad fue algo que “estaba ahí”, más parecido a un ancla que la dejaba inmovilizada frente a la vida, sin posibilidades de nada. Por fuera, aferrada a su traje de superheroína, intentaba hacer de cuenta que nada había pasado al punto que solo unas pocas personas se enteraron de ese diagnóstico que la acompañaría el resto de su vida.


Permiso para estar mal: el proceso que dio paso a la aceptación


Muy a su pesar, algo sí había cambiado en su vida y por mucho que intentara negarla, su enfermedad iba a seguir estando ahí, por el resto de su vida.

Durante mucho tiempo, su vida y su identidad, habían girado en torno al dar, al estar para los demás y empezar a registrar sus propias necesidades fue todo un desafío al comienzo. Muchas veces fue la misma enfermedad la que con su presencia, le recordaba que era momento de bajar las revoluciones y aprender a cuidarse.

"Si algo aprendí en todo este proceso es que di tanto a los demás que me privé de darme a mí o me avergonzaba darme a mí lo que me merecía."

El proceso de empezar a tomar mayor conciencia de sus propias necesidades también alcanzó a la pareja. Maca y Pablo tomaron distancia por un tiempo para conectar con sus sueños, esos que muchas veces quedan postergados por el "deber ser" que frecuentemente se vive como una imposición.

“Estábamos más con nuestros egos que con nuestro ser, entonces nos exigíamos, no éramos nosotros”


Durante ese tiempo, Maca finalmente se encontró a solas con ella misma...y su enfermedad. Fue entonces cuando decidió dejar de verla como un ancla con la cual cargar y tener el valor y el coraje que se requieren para profundizar en la pregunta ¿para qué me pasa esto a mí ahora? . Surgió así un entendimiento diferente de la enfermedad, no ya como algo que “está ahí” sino como un recordatorio de que alguien más necesitaba su amor y atención. Era momento de dejar el traje de superheroína para volver la mirada hacia adentro.

"Sentí que el universo me estaba poniendo a prueba para conocer cuanto me estaba permitiendo disfrutar la vida, cuanto estaba haciendo por mí, cuánto me estaba cuidando.”

A medida que se se amigaba con su enfermedad, dándole un nuevo sentido, se abría paso una nueva mujer, una nueva Maca que empezó a despojarse de presiones externas para empezar a disfrutar la vida. No ya desde las imposiciones sociales sino animándose a mostrarse tal cual era: “una soñadora - como se describe en uno de sus post - con ganas de descubrir nuevos rincones, nuevos sabores, aventurarme a la vida, disfrutarla, aprender culturas, ver nuevos colores y trabajando en encontrar mi propósito de vida”


"Luego de animarme a dejar de ser lo que los demás esperaban me animé a comenzar paso a paso a re-descubrirme.”

“Realicé cuanta terapia se pasaba por mi camino” y nombra al Reiki, el yoga y la meditación como alguna de las más importantes en su camino de desarrollo personal. Un camino que la llevó a tomar mayor conciencia del ego, su autoexigencia y la capacidad de disfrutar la vida, aun cuando sale de nuestro planes.


Soñar en grande


Y como suele suceder, cuando nos sentimos merecedores, las oportunidades aparecen. Fue así como Pablo, que había estado considerando la idea por un largo tiempo, le propuso a Maca emigrar a Londres.


Vivir en otro país era una idea que Maca y Pablo compartían desde hacía mucho tiempo. Las ganas de vivir nuevas experiencias, aprender otros idiomas, acercarse a nuevos sabores y culturas, era un sueño pendiente para ambos que cobraba fuerza después de las vacaciones pero volvía a disolverse en medio de la rutina diaria y la falta de respuestas a preguntas como ¿qué voy a hacer? ¿a qué me voy a dedicar?, ¿cómo hago con el idioma? Lo más cerca que habían llegado a estar de ese sueño fue cuando ambos abrieron su propia agencia de viajes en Mendoza.


“Al comienzo fue un no rotundo, con una enfermedad crónica, tomando medicación de por vida, sin saber inglés, no tenía ciudadanía” recuerda Maca divertida enumerando la larga lista de razones que tenía para no aceptar la propuesta de Pablo, cuando en realidad, más tarde comprendió que era otra prueba, esta vez, para animarse a ir tras sus sueños.

“Cuando fui capaz de creerme que era posible para mí esta oportunidad, que Macarena iba a tener la bendición de ir a vivir a otro continente, todo se empezó a solucionar sin esfuerzo”

Poco a poco los motivos que la retenían en suelo Argentino se fueron solucionando uno a uno dejando a Maca con la única tarea de elegir ir tras su sueño. “Aquellas razones por las cuales no, se convirtieron en un ¿y por qué no?” recuerda.


Son nuestras propias creencias las que nos limitan. La idea que tenemos sobre quiénes somos traerá a nosotros ciertas experiencias y no otras. En la medida en que tengamos el valor de cuestionar esas creencias y reemplazarlas por otras que nos hagan sentir merecedores y valiosos, estaremos abiertos a crear y vivir nuevas experiencias, incluso aquellas que parecían inalcanzables.


La búsqueda de la felicidad nunca es fácil. Implica antes que nada el compromiso con uno mismo y las propias elecciones. El saber que somos nosotros y no una situación o persona, los responsables de nuestra felicidad. Incluso momentos que parecen ser el final, se vuelven cimientos para construir algo nuevo. Pero eso depende de nosotros. Maca tuvo el valor de desafiarse enfrentando sus miedos más profundos a partir de su diagnóstico de esclerosis múltiple. Se animó a dejar atrás esa "niña buena y gentil” para animarse a correr el riesgo más grande de todos: ser feliz.


"Los golpes más duros a veces nos despiertan. Hoy agradezco la gota que rebalsó el vaso.”

Un nuevo comienzo


En diciembre de 2019, Maca y Umma, su perrita, se embarcaban rumbo a Londres, mientras Pablo, ya instalado hace unos meses, las esperaba ansioso.

Hoy, a casi un año de haber llegado, recuerda sus primeras anécdotas en relación al idioma, su desidentificación con ciertos roles y la posibilidad de permitirse recibir ayuda mientras desarrolla sus proyectos.

A través de su Blog www.macaenlondres.com, comparte entre otras cosas, su experiencia con la esclerosis múltiple no solo para informar y desmitificar sino también para inspirar. Navegando por uno de esos post encontré este párrafo hermoso:


“Hoy después de 4 años me siento fortalecida para hablar de ella, para estar motivada, para cuidarme siempre, para priorizarnos, a ella y a mi, (..) hoy me siento con ganas, animada de mostrarte que Si se puede ser quien quieras ser, que no te defina una enfermedad ni una condición, que seas quien desees que rompas barreras, que llores si es necesario y te reinicies, que vivir la vida de tus sueños si se puede, que vivir en otro país también se puede”


Y vaya si pudo!. Maca contagia esperanza, frescura, inspiración. Decidida a conectar con su pasión por la fotografía, la escritura y el ayudar a los demás, comenzó a estudiar Coaching y creó @argentinosenlondres una cuenta de Instagram donde pueden encontrar fotos preciosas que ilustran alguno de los barrios y rinconcitos más pintorescos de Londres. Además, junto a una amiga, crearon el podcast "Rompe-cabezas” (@rompecabezas_podcast) una invitación a repensar ciertos hábitos y creencias en pos de nuestro crecimiento y desarrollo personal.


Durante la hora y media que tuve la suerte de poder conversar con Maca, el tiempo voló, al punto que nos invitaron a “retirarnos” del cafecito donde estábamos charlando porque tenía que cerrar. Sin duda, ella es un ejemplo de que sí se puede cuando estamos verdaderamente dispuestos y comprometidos con nosotros mismos.


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